Todos los domingos en Bogotá algunas avenidas se convierten en ciclovías, dando paso a una gran confluencia de gente que sale a hacer deporte. Natalia me ha motivado a mover el esqueleto, y se inventó esta salidita con Jacko y con los niños por la Avenida El Dorado, la mejor y más bonita que tiene Bogotá. Dicen que la avenida es así porque viene desde el aeropuerto y es la que le da la cara amable de la ciudad a todos los turistas. Ojalá más avenidas fueras así.